Las raíces aceitosas y grasas son desagradables -y, por desgracia, un problema demasiado común que se traduce en un cabello de aspecto descuidado-. ¡No puedes seguir con el pelo así! Te revelamos qué puedes hacer para arreglar tu cuero cabelludo y tu cabello.
Existen diferentes tipos de cuero cabelludo graso. A algunas personas se les ensucia el cabello en dos o tres días, mientras que a otras en tan solo un día. Para entender por qué el cabello y el cuero cabelludo se vuelven grasos, debemos echar un vistazo a la raíz del cabello. Ahí es donde se encuentran las glándulas sebáceas. El aceite (o sebo) de tu cuero cabelludo es esencial para tener un cabello suave y brillante. Sin embargo, si tu cuero cabelludo produce demasiado sebo, el resultado son unas raíces aceitosas y un cabello graso.
Las glándulas sebáceas sobreproductivas conducen a un cuero cabelludo graso. Pero ¿qué causa esta sobreproducción de sebo? Puede ser por razones genéticas, es decir, hereditarias. También puede deberse a cambios hormonales, como la pubertad y el embarazo.
Los problemas psicológicos, como el estrés, también pueden provocar una producción excesiva de sebo. Asimismo, algunos medicamentos, especialmente los suplementos hormonales, también pueden influir en la producción de sebo.
¿Tienes el cuero cabelludo graso? No te preocupes, tiene solución. Si eres propensa al cabello graso, el cuidado adecuado puede mejorar significativamente la apariencia de tu cuero cabelludo y las condiciones de tu cabello. La ayuda para el cabello graso se presenta en forma de productos de limpieza especiales y el posterior cuidado adecuado.
Cuando te aplicas el champú, muchas cosas pueden salir bien... y muchas otras pueden salir mal. El cuidado habitual del cabello es especialmente importante en esta situación. Utiliza un champú muy suave, o un champú especial para el cabello aceitoso, como el Long & Sublime de Gliss. Los surfactantes contenidos en estos disuelven el exceso de aceite, por lo que lo eliminarán con el aclarado. En caso de tener prisa, puedes recurrir al Champú Seco Antigrasa de Gliss.
Asimismo, otros productos idóneos para el cuero cabelludo aceitoso son los champús con ingredientes botánicos naturales, que compensan el incremento de producción de sebo de las glándulas sebáceas hiperactivas y alivian el cuero cabelludo. Algunos de estos ingredientes son el romero, la camomilla, la ortiga y la salvia, así como la menos conocida cola de caballo y el castaño de indias. Otro aliado para los cueros cabelludos grasos es el spray acondicionador sin enjuague. Este es ideal para el cabello aceitoso: no necesitas aclararlo y, además, proporciona un cuidado duradero sin apelmazar el cabello.
No le tengas miedo a los productos de estilismo, incluso si tienes el cuero cabelludo graso. La espuma a base de alcohol es ideal para este tipo de cabello porque proporciona un efecto ligeramente desengrasante y refuerza el cabello con una película cosmética. Así, ¡eliminas el sebo y añades volumen con un solo producto!
Otro truco para ganar volumen en caso de tener la raíz aceitosa y las puntas secas es el spray acondicionador ligero sin enjuague. Para aplicarlo, aléjalo de las raíces y úsalo solamente en las puntas. Este tratamiento hidrata el cabello desde los extremos, a la vez que proporciona algo de volumen.
Si eres una apasionada del volumen, puedes probar el spray Volumaniac de Got2b para darle un efecto push-up a tu melena.
En líneas generales, los peluqueros recomiendan lavar el cabello de dos a tres veces por semana. Si tienes el cuero cabelludo graso, es recomendable un lavado más frecuente (incluso diario, en caso de ser necesario). Debes utilizar únicamente agua tibia, nunca caliente, puesto que esta fomenta la producción de sebo.
Distribuye el champú por todas tus raíces y masajea suavemente tu cuero cabelludo. Es importante que dejes actuar el champú brevemente antes de enjuagarlo (revisa la parte posterior del envase para saber el tiempo exacto).
¿Tienes prisa? Aplica un champú seco en tus raíces y masajea tu cuero cabelludo con los dedos. Déjalo actuar unos dos minutos, luego frota el cabello con una toalla y cepíllalo bien. Elimina cualquier exceso con la ayuda de un secador ¡y tu cabello estará como nuevo! Bonus: el champú seco también proporciona volumen a tu cabello.