El cabello soporta sin quejarse algunos abusos como lavados frecuentes, tintes, secados con aire caliente y alisados. Pero incluso el cabello más resistente puede llegar a un punto de no retorno y plantarnos de cara frente a la realidad. Por ejemplo, la acumulación de varios tratamientos agresivos pueden resecar extremadamente el cabello, provocar la aparición de las puntas abiertas y de encrespamiento. En este caso, los productos capilares reparadores son definitivamente nuestra mejor arma. Reparan el daño y permiten disfrutar de un cabello saludable y sedoso en poco tiempo.
El cabello se compone principalmente de fuertes cadenas peptídicas que se enrollan sobre sí mismas formando la queratina, la verdadera columna vertebral del cabello. En el cabello sano esta “columna vertebral” es fuerte y está bien cohesionada. Sin embargo, el cabello dañado muestra todo tipo de irregularidades en dicha estructura. Estas irregularidades pueden estar provocadas por muchas causas: un cuidado inadecuado, secados muy frecuentes con el aire demasiado caliente, otras fuentes de calor o procesos de decoloración muy repetidos. Tarde o temprano, la consecuencia de tratamientos muy agresivos y repetidos se hace visible. A diferencia del cabello sano, de naturaleza sedosa, el pelo dañado se ve seco como la paja, pierde todo su brillo y las puntas tienen tendencia a abrirse y a partirse. El truco está en reparar la estructura de queratina dañada. En función de tu tipo de cabello, puedes encontrar diferentes productos para repararlo.
El cabello dañado normalmente también está seco, especialmente cuando es rizado. Las decoloraciones o mechas frecuentes también pueden resecar el cabello y dañar su cutícula o parte externa. Para restaurarlo podemos recurrir a diversas sustancias:
Al cabello seco y desvitalizado le favorece especialmente la Manteca de Karité, que se obtiene de las almendras de un árbol africano. La Manteca de Karité es muy rica en vitamina E y carotenos, y contiene una alta concentración de ingredientes denominados insaponificables, que se depositan en la cutícula para proteger el cabello de la oxidación y otros daños. El aceite de Argán, presentes en la gama GLISS | ULTIMATE OIL ELIXIR, y de Macadamia también son de gran ayuda debido a sus capacidades de reparación.
Si tu cabello dañado es más bien fino y liso, las fórmulas reparadoras a base de queratina son la mejor solución de reparación que puedes ofrecerle para evitar apelmazarlo. La queratina penetra en la estructura dañada del cabello con gran precisión, ya que ella misma es un constituyente natural del cabello. Los productos de la gama Gliss ULTIMATE REPAIR son buenos aliados para el cabello con necesidad de un cuidado especial.
Incluso cuando vayas a peinar tu pelo dañado, puedes usar productos que lo protejan. Algunas espumas y esprays de fijación han sido diseñados para envolver el cabello con una capa protectora.
Además, el cabello dañado debe ser tratado con mucha delicadeza. En lugar de lavarte el pelo cada día, puedes utilizar un champú en seco entre lavados. Cuando te laves el pelo, evita el agua caliente. El agua tibia le irá mejor. Con el cabello mojado usa un peine de púas anchas. No olvides que después del lavado el pelo es más sensible a los daños. Por último, pero no por ello menos importante, ve con cuidado con el calor mientras te secas el cabello y utiliza un protector de calor, como GOT2B Guardian Angel siempre que sea posible. Deja secar tu cabello al aire libre siempre que puedas, y utiliza secadores y planchas de pelo con control de la temperatura.
Si a pesar de todos los cuidados ves que tu cabello sigue seco y estropeado entonces la mejor solución es coger las tijeras y cortar. Si optas por un corte de pelo corto, eliminarás antes los problemas relacionados con el pelo dañado.